Feliz año 55'621
Ejercicio de escritura libre sobre un tema de actualidad, que quería hacer para seguir mantiendendo mi español. Por eso, disculpenme por el vocabulario limitado o por cualquier error. Vamos a hablar de inmigración en Andalucía y Europa, derechos humanos e inmovilidad política.
No. Este artículo no es una distopía futurista basada en el año 55'621. De toda manera, ya sabemos que con el cambio climático no habrá ningun ser humano en esta época, sino 15°C más y casí no oxígeno, no?
Quiero hablar aqui de unos 55'621 personas, al menos, y de todos los otros olvidados de quien nunca o poco hablaremos. Cincuenta y cinco mil seiscientos veintiuno seres humanos, que arriesgeron su vida para cruzar un mar implacable.
Lunes 31 de diciembre 2018, Cádiz, España.
Como a veces estamos allí, disfrutando de la familia y del buen tiempo. Cada vez es una oportunidad para mi de practicar y mejorar mi español; el challenge no es nada facil para un francés cuando sabes el famoso acento gaditano que tienen allí.
Cádiz, pequeña y hermosa ciudad de Andalucía, parece fuera del tiempo: peninsula aislada al sur del país, rodeada del mar. Cádiz, su historia (Cristobal Colón, la Constitución Española de 1812), sus surferos, sus chiringuitos, su gastronomía y sus deliciosos mariscos. Aquí no te sientes muy estresado, sino relajado y desconectado. Desconectado de la vida cotidiana, del trabajo, del resto del mundo y de sus eventos.
Violento contraste
En este 31 de diciembre, tomando un café y leyendo la prensa, como un jubilado que yo no soy. Una costumbre que poco tengo en casa, superado por las tareas cotidianas, aunque nada sustituye la inocente sensación de leer un periódico o un libro “palpable”. En este ultimo día del año 2018, la gente esta preparandose para celebrar el Año Nuevo y comer sus 12 uvas con familia o amigos. En ese mismo día, el periódico local, el Diario de Cádiz, abre su portada con una foto de gente delante de una patera que utilizaron unos migrantes para llegar en Europa, y presenta una triple pagina y una infografía detallando la distribución de los migrantes llegados en 2018 en varios sitios andaluces.
Ironía digital
En nuestro mundo sobre-conectado, nada pasa desapercibido. Las redes sociales han abierto todas las barreras, ayudando a denunciar cualquier escándalo local en el mundo entero. Hoy los periodistas tienen una inmensa variedad de fuentes. Sin embargo, la linea editorial de un periodico queda de facto bajo la influencia popular de sus lectores.
Desde Francia, ahora poco hablamos de los refugiados desde hace unos meses y desde que hay menos “intrusiones” espectaculares dentro de nuestras fronteras, asi que la gente se pone a creer mas o menos, como lo del SIDA (“ya no escucho nada de este tema, debe ser que la enfermedad desapareció?”) que el problema acabó.
No. No se acabó. Se desplazó.
Pateras y (des)esperanza
Esos 55 mil seres humanos que han llegado en 2018 solamente en Andalucía, como lo indica el artículo, son una punta del iceberg, “las mayores migraciones en el mundo se dan entre países del sur, no tanto de África hacia el norte”.
No podemos ni imaginar, comentando nuestras opiniones desde nuestros confortables sofas, lo que uno tiene que vivir y tener como contexto de vida, par arriesgar lo poco que le queda atravesando el mar en un barco tan rústico. Juan Andrés Racero, del Servicio Marítimo:
“Allí lo único que tienen es su vida, y cuando no tienes otra cosa que peder, te lanzas al mar intentando mejorar”.
Carlos Carvajal, de la Asociasión Cardjin, añade: “son conscientes de lo que ocurre, claro que sí, lo que pasa es que a la mayoría se les ha muerto alguien por el camino, amigos, familiares, gente a la que han dado una paliza, o por enfermedades… Han pasado muchas calamidades.”
La infografía que acompaña el artículo muestra la considerable intensificación de la inmigración en pateras en 2018 Andalucía. En Cádiz, han incrementado de unos +209%, con 18'886 llegadas. En Almería, +121% y 11'838 personas. Málaga +420%, con 10'699 personas. Los numeros son tan altos que me parece que estamos hablando de una empresa y de su ingreso de ventas en sus sucursales. Imaginate, no solo tu familia y amigos, sino tu barrio, tu ciudad entera. Pero de manera general, todo esto poco molesta a la gente de los países occidentales. Los numeros, incluso si son grandes, no son imagenes. Menos impactan a la gente, no tanto como una imagen de náufragos. “luego, cuando mueren mujeres y niños en el mar nos llevamos las manos a la cabeza”, dice Carlos.
El fallo — o la hipocresía — que tenemos en paises europeos más al norte en darnos cuenta de la verdadera amplitud de la crisis humanitaria que esta pasando es una negación o un fracaso crónico del humano en considerar el mundo en su globalidad, como un todo. A otro nivel, lo veo igual con el calentamiento climático y la polución: “aquí esta bien, entonces no hago nada”, “bueno sí, tenemos unas fábricas de carbón, pero mira, los chinos y americanos contaminan mucho mas, eh!”.
Mientras tanto, el año pasado en Francia la sociedad se peleaba sobre el tema de unos ciudadanos que salvaron migrantes en la montaña y que les ayudó a pasar la frontera: por el estado, es una violación de la ley sobre la inmigración y arriesgan carcel. Pero por otro lado, mirar a gente muriendo de frío y no hacer nada, además de ser inmoral y un principio de derechos humanos, es une violación clara según la ley de no asistencia a una persona en peligro. Así vamos en nuestra sociedad, deliberando durante semanas sobre temas legales, mientras la urgencia sigue.
La polución no tiene fronteras. Tampoco tiene la miseria. A estos 55'621 personas, a la gente y los voluntarios que cada día les rescatan y ayudan, a toda esta gente que lo mereze mucho más, yo deseo un Feliz Año 2019.
Hoy desembarcan en Andalucía. Ayer en Italia o Grecia. Mañana? No lo sé, pero desafortunadamente, sin paz y estabilidad en los países de conflictos, y sin concreta politica migratoria ni voluntad de la UE, vamos a seguir contando las pateras en infografías morbosas.